¡Feliz cumpleaños!

Esta semana se cumple el 50 aniversario del Tratado de Roma, que es el germen de la actual Unión Europea. De esos primeros 6 iniciales hemos pasado a los 27 de hoy mismo, aunque como decía hace poco Josep Borrell, muchos convencidos de la UE somos un poco escépticos ante la constatación de que no corren buenos tiempos para llegar a a ver por fin una Europa verdaderamente unida. "La crisis de los 50", dice el ex Presidente del Parlamento Europeo.

Lo cierto es que el varapalo de Francia y Holanda con la Constitución fue el primer síntoma, aunque no lo es menos la percepción de que la Unión Europea es una institución que no va mucho más allá de su finalidad de potenciar un mercado único. Todo lo demás, lo que a mi al menos más me motiva personalmente, es decir la esperanza de construir una cultura unificada, una sociedad semejante en todos y cada unos de los países, algo así como unos Estados Unidos de Europa, parece que no termina de despegar entre los ciudadanos y especialmente los gobernantes europeos..

Por otro lado, entiendo la dificultad de profundizar en todo esto. Es complicado unificar las economías de 27 países tan diferentes entre sí como, pongamos, Alemania y Rumanía, aunque al final las cuentas salgan (el caso más paradigmático seguramente es la forma en que España ha acercado su economía a la de los gigantes europeos); aunque lo realmente difícil es que se produzca una convergencia entre las sociedades. Estos días nos llegan las informaciones acerca de lo que está ocurriendo en Polonia respecto al recorte de libertades que supone por ejemplo la forma en que se está expurgando los expedientes políticos de decenas de miles de ciudadanos sospechosos de haber colaborado con el régimen comunista, o como se retira la pensión a centenares de veteranos brigadistas que vinieron a España a combatir al fascismo, o como se está llevando a cabo una campaña, más bien una cacería, contra gays y lesbianas o contra cualquier forma de pornografía.

Este tipo de cosas son las que una Europa unida de verdad no puede tolerar, y sin embargo parece que todo lo que tiene que ver con la convergencia social y cultural importa muy poco a quienes toman las decisiones. Eso explica, por cierto, que cuando se le pregunta a los europeos cuál es el concepto que más se asocia a su idea de Unión Europea, las respuestas más frecuentes sean las de “burocracia” y “mercado único”. Sinceramente, espero que cuando la UE haya superado esta crisis de la madurez y cumpla su primer siglo de existencia podamos decir que las cosas han cambiado.

PS: Por cierto, leo que los españoles son los europeos que más creen que su país ha mejorado desde que se ha integrado en la UE (por encima del 50% de los encuestados)