Hay que apostar por las Células Madre

Se entiende por célula madre a aquella que puede acabar siendo cualquier tipo de tejido. El milagro de la célula madre es la capacidad de regenerar tejidos. Estas células, una vez alojadas en el paciente, comprenden que están rodeadas de tejidos dañados, y se desarrollan limpiamente para cubrir la dolencia y curar el órgano enfermo. Por antonomasia, la célula madre es la del óvulo que acaba de ser fecundado por el espermatozoide. Pero no son las únicas: se encuentran también en el cordón umbilical y en la médula ósea.

Últimamente han aparecido noticias sensacionales al respecto:

Se han creado las primeras válvulas cardiacas humanas, usando células del fluido que rodea a los bebés en el útero, en un procedimiento revolucionario que podría ayudar a reparar corazones defectuosos en el futuro.

El Hospital Gregorio Marañón, ha logrado regenerar un fémur implantando células madre adultas. Se ha conseguido rellenar el hueco dejado por la degeneración ósea causada por la necrosis en el hueso.

No hay límites. Permitiendo la investigación de las células madres, podremos reconstruir cualquier tejido dañado... corazón, cerebro, médula espinal... No estamos diseñados para morir. Pongámoslo en práctica. ¿Por qué no seguir investigando en ello? ¿Por qué vetarlo, como lo veta la Iglesia Católica? ¿Acaso no queremos la vida eterna?