Mariano Rajoy es un líder quemado y con su vida política agotada, de hecho, lo es desde el principio de la legislatura, ya que contaba en su currículum con ser el único político de nuestra historia que ha llevado a un partido de la mayoría absoluta a la oposición. Pero su bajo perfil a la hora de plantear alternativas y su mezquino uso del terrorismo para hacer oposición, le han llevado a las cotas de popularidad más bajas jamás conocidas en un partido que es alternativa de gobierno.
Manuel Fraga lo sabe y no ha dudado en poner sobre la mesa la renovación del partido, los demás también lo saben pero son conscientes de que para reflotar el PP, primero han de dejar que se estrelle Mariano y con él toda la sinrazón que se ha instalado en el partido. Eso sí, el que más y el que menos, se va posicionando para ocupar su silla cuando el nuevo PP resurja como el ave Fénix.
El pasado domingo, Gabriel Elorriaga planteó la posibilidad de hablar en un futuro con la banda terrorista ETA (siempre y cuando anuncien su voluntad de abandonar las armas), o sea lo mismo que han criticado hasta la saciedad al actual presidente del gobierno.
La debacle de Mariano está servida, solo queda la duda de quien liderará al nuevo PP en el caso de que se siga llamando así y si de él saldrán uno, dos o tres partidos de derecha.
Saludos Progresistas.
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